Un ataque de ansiedad se caracteriza por una sensación de miedo intenso que va acompañada de síntomas físicos como taquicardia, dificultad para respirar, mareos, piel erizada, náuseas, llanto, sudoración, al grado de tener la sensación de perder el control.
Es un padecimiento que provoca mucha angustia a quienes lo sufren y se desencadena por varias razones.
Puede surgir desde un estado de calma o en un estado de ansiedad y dura desde los 10 a 45 minutos una vez alcanzada su máxima intensidad.
Sabemos que es una situación bastante difícil, por esta razón explicaremos en qué consiste este padecimiento, cómo puedes controlarlo y las consecuencias que traen a largo plazo si no se tratan.
Índice
1. ¿Qué es un ataque de ansiedad?
Cómo te mencionamos al principio, los episodios de ansiedad es cuando una persona experimenta muchos síntomas de una manera intensa, que te ponen en un estado de alerta.
Los síntomas llegan a ser tan fuertes que muchas personas después de que pasan el episodio, creen que han tenido un ataque al corazón.
Cuando se supera el ataque de ansiedad, la persona que lo padece se encuentra constantemente en estado de alerta; debido a la preocupación e inquietud que les genera que en cualquier momento puede volver a ocurrir otro episodio.
Así mismo se llega a presentar inestabilidad e incluso mareo al terminar el ataque.
Es importante mencionar que un ataque de ansiedad se puede presentar en los momentos menos esperados.
En cualquier lugar y cualquier hora, es decir que tal vez suceda durante una tarde de vacaciones o mientras duermes.
Normalmente un ataque de ansiedad puede durar un par de minutos y posteriormente tener una sensación de agotamiento inmenso y fatiga.
La diferencia entre un ataque y la ansiedad normal, es que los síntomas del episodio son más fuertes y se podría decir que son más breves; mientras que en la ansiedad, los síntomas son más duraderos pero con mucho menor magnitud.
2. Cómo controlar los episodios
Cuando estás sufriendo un ataque es normal que al querer controlarlo te parezca una tarea complicada, pero algunas técnicas que puedes hacer para disminuirlo son las siguientes:
Controla tu respiración
Cuando comienzas a respirar de manera más tranquila tu ritmo cardíaco igual comenzará a desacelerar; inhala lo más lento que puedas por la boca, aguanta unos cuantos segundos y exhala lentamente de nuevo por la boca.
Hay un ejercicio donde inhalas todo el aire que puedes en 6 segundo lo mantienes por 4 segundo y lo exhalas en otros 6 segundos; lo importante es hacer a tu ritmo, pero lento.
Busca un lugar que te sientas más en calma
Al principio mencionamos que los ataques de ansiedad se pueden presentar en cualquier momento; dentro de la medida de lo posible busca un lugar donde te sientas seguro y la presión sea menor, por ejemplo donde quizá no haya mucha gente o sea un lugar tranquilo.
Reconoce que es un ataque de ansiedad
Una de las cosas que más se trata es negar que si se está padeciendo un ataque de ansiedad, porque no se quieren experimentar los síntomas, pero es necesario que reconozcas que estás teniendo un episodio para que tu puedas controlarlo y así aliviar el padecimiento.
Recuerda, que muchas veces se cree que es un ataque cardiaco, investiga los síntomas de este y compararlos, por ejemplo, se sabe que cuando se está teniendo un infarto se pasa específicamente por un dolor del hombro al brazo izquierdo, la zona anterior del cuello o la mandíbula; mientras que la ansiedad puede presentarse en todos tus músculos.
Encuentra un punto de enfoque
A muchas personas les ha ayudado que cuando sufren un episodio se concentran en algún objeto que esté a su vista y comienzan a describir cuáles son sus características, sus funciones, dónde está, cómo se fabrica, etc.
Al enfocar su atención en una cosa, al describirlo les permite desviar su concentración en que están pasando por un ataque y ponen su energía en pensar en algo más, esto les ayuda a que sus síntomas disminuyan.
Relaja tus músculos
Otra de las técnicas que ayuda es relajar los músculos, puedes comenzar lento, siéntate relaja las piernas los brazos, tus manos, etc. Existen varias técnicas de relajación muscular que ayudan pero es mejor cuando se tiene una práctica previa.
Por ello, se recomienda hacer yoga, tai chi, pilates o mindfulness.
3. Consecuencias de no darle tratamiento
Los ataques de ansiedad son muy fuertes y paralizan a las personas que lo sufren, por tal motivo es importante darle tratamiento una vez se hayan identificado los síntomas, el no hacerlo podría provocar:
Aislamiento social
Las personas que tienen ataques de ansiedad recurrentes por lo general prefieren no pasar mucho tiempo con los demás, debido a que no desean que los vean en público porque no quieren transmitir una reputación de manera negativa y sobretodo evitar tener que dar explicaciones sobre lo que sucede.
Ansiedad constante
La presencia de ataques de pánico puede provocar que las personas se sientan en constante alerta y tener sensaciones falsas de que van a padecer de nuevo este padecimiento, por lo que abunda en su cabeza constantemente, aumentando el grado de preocupación.
Fobias
Como hemos mencionado anteriormente, un ataque de pánico se puede presentar en el momento inoportuno, logrando que la persona comience a tener temor por las actividades que hace durante el día.
Por ejemplo, si alguna vez durante el ejercicio ha experimentado un ataque de ansiedad, posteriormente esta persona posiblemente ya no querrá realizar esta actividad por miedo a que le suceda de nuevo.
Evitan los lugares con aglomeración de gente
Algunas personas prefieren quedarse en casa y esperar a que pase un tiempo, debido a que tienen miedo que al estar frente a una gran cantidad de gente se desencadene un ataque de pánico, que al mismo tiempo esto sucede por un aumento considerable de ansiedad.
Autoestima baja
Incluso en algunos casos, el padecimiento constante de ataques de ansiedad hacen que las personas sientan que son indefensas y débiles, que a la larga esto afecta a su autoestima.
Y es que la autoestima es muy importante para poder desarrollarse personal y profesionalmente, así como disfrutar de las actividades que nos agradan, mejorar las relaciones, entre muchas otras; es por ello que incluso hay terapias y tratamientos específicos para esta.
Conclusión
Es importante identificar que si estás pasando por algunos de los síntomas ya mencionados, esto podría significar que estás teniendo un trastorno de ansiedad y en caso de estar pasando por ellos es necesario acudir con un especialista.
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