El amor en las relaciones debe cultivarse todos los días, lo que implica crear una cercanía emocional con el otro para fortalecer la confianza y sensación de intimidad, evitando así crear una distancia en la pareja.
Además, la proximidad es una herramienta fuerte para enfrentar y solucionar cualquier dificultad. Por eso, se requiere de una presencia mutua auténtica que los haga crecer.
Pero a veces pueden surgir obstáculos que impiden que esto a veces no suceda, causando una lejanía gradual. ¿Los identificas? A continuación te describimos esos factores a tomarse en cuenta.
1. Falta de tiempo, el mayor enemigo
Ambas partes en una relación tienen múltiples responsabilidades y roles a nivel laboral, familiar y personal, las cuales, sin duda, demandan y exigen gran parte de su tiempo.
Cuando dichos factores nos absorben, suele repercutir en nuestra relación, ya que el compartir en pareja puede pasar a último plano. Sin embargo, es importante asegurarnos de que ésto no suceda, ya que de lo contrario los dos terminarán distanciandose.
Si bien la falta de tiempo es una realidad que repercute en la relación de pareja haciendo que se distancien, siempre habrá maneras de ganarle a los obstáculos, donde la dedicación y voluntad le ganarán a la distancia.
2. Poca o nula iniciativa
Cuando las parejas dan por sentada su relación o ha pasado un tiempo considerable, se genera una zona de confort, donde se asume que ya no se necesita hacer nada diferente o especial por el otro, que mantenga la empatía y complicidad.
A su vez, se puede esperar del otro una demostración de cariño y afecto con más frecuencia, y al no hacerlo deriva en conflictos o frustraciones. Ambos pueden entrar en un ciclo de espera para que haya un acercamiento o muestras de amor.
Por otra parte, también puede suceder que la persona no se atreva a tener iniciativa por temor al rechazo, por lo que prefiere quedarse tal cual antes de generar una situación incómoda.
Todas estas situaciones crean dificultades y es cuando surge la distancia en la pareja. Por el contrario, una actitud activa en la relación ofrece mayores garantías de unidad y satisfacción, al ser nosotros quienes demostremos interés y amor por la otra persona.
3. Conflictos constantes
Es común que a veces existan desacuerdos e incluso discusiones. El detalle está cuando estas discusiones se convierten en peleas constantes, creando una barrera entre la pareja. Muchas veces, sin percatarse, el verdadero orígen se encuentra en que alguno desea ganar la atención del otro, por notar indiferencia o lejanía.
Las discusiones son inevitables y hasta en algunos casos necesarias para determinar lo que se siente y piensa. Pero para que sea así, éstas deben ser constructivas y conducir a una solución que permita fortalecer el lazo afectivo.
4. Celos excesivos
Los motivos de los celos pueden ser muy diversos; por lo general implican inseguridad y problemas de autoestima. Estos suelen ser comunes en toda relación, sin embargo, cuando sobrepasan los límites del otro significa que esa persona no confía en ti.
La confianza debe ser esencial, ya que su ausencia sólo podría podría propiciar una distancia en la pareja cada vez más grande. Vivir angustiados por algo que aún no ha pasado, nos impide disfrutar del presente.
Se trata de afrontar los problemas cuando realmente sucedan para evitar conflictos innecesarios.
5. ¿Plan a futuro?
La ausencia de planes conjuntos es uno de los mayores conflictos que existe en las relaciones, ya que se puede interpretar como que la otra parte no quiere comprometerse a pensar a futuro. Recordemos que el amor maduro construye historias, no momentos.
Si estás en un relación donde la visión del amor es superficial, sin proyección a futuro, y esto no concuerda con la etapa de vida en la que te encuentras, la distancia entre ambos crecerá cada vez más.