Es común confundir a una fobia con el miedo, sin embargo existen diferencias que son fáciles de identificar, por lo que en esta ocasión aprenderás a reconocer cuándo se trata de una fobia o miedo normal.
Es importante saber identificar si se trata de una fobia o un simple miedo hacia algo en específico, para conocer el siguiente paso para solucionar ese problema, porque si no se trata podría conllevar consecuencias.
Antes de conocer la diferencia entre fobia y miedo, entendamos primero qué es cada uno.
¿Qué es una fobia?
La fobia es un miedo que trasciende muy fuerte e irracional hacia un objeto, animal, actividad, persona, o alguna situación distinta.
Se considera que la fobia va de la mano de un trastorno de ansiedad que puede tener una persona. Quiénes sufren de una fobia pueden tener una cierta reacción distinta a la que podría tener una persona sin fobias.
Los síntomas más comunes que se pueden presentar al instante de vivir una fobia son el miedo, pánico, falta de aire, taquicardia, temblor, deseos de huir, y sudoración.
¿Qué es el miedo?
El miedo es un sentimiento que se presenta cuando tenemos desconfianza hacia algo desconocido, o que puede pasar algo negativo que nos pueda hacer daño, puede ir acompañado de una sensación de angustia y peligro.
El miedo puede surgir en situaciones en las que no hubo experiencia previa ante el, o puede ser ocasionado por un aprendizaje en el pasado que desencadenó el miedo.
¿Fobia o Miedo? Diferencias:
Los comportamientos, síntomas, pensamientos de las personas que tienen fobia y las que no, varían así que a continuación te presentamos las diferencias entre el miedo y la fobia.
1. Comportamiento
En algún momento de nuestras vidas, todos hemos sentido miedo pues es un mecanismo de defensa innato, sin embargo lo hemos aprendido a controlar, es decir el miedo permite cierto grado de racionalidad hacia cómo actuar y que con el paso del tiempo podemos controlarlo mejor dependiendo de la situación.
En cambio, una fobia bloquea las capacidades de la persona para reaccionar como la cuestión emocional dificultando la capacidad de reaccionar de manera certera, sino todo lo contrario la reacción muchas veces puede ser agresiva, irracional pero no benéfica para salir de la situación, por el hecho de que se le ve como imposible.
2. Signos vitales
Existen algunos signos fisiológicos que se puede identificar para saber si se tiene fobia o miedo. En el caso de miedo puede ser sudoración, aumento del ritmo cardiaco, entre otros pero depende de la situación que se esté viviendo y el rango del miedo; estos síntomas se presentan solamente cuando se está frente a frente con el estímulo.
En el caso de padecer una fobia los signos son muchos y más severos, por ejemplo, sequedad en la boca, mareos o náuseas, sudoración excesiva, dolor de cabeza entre otros que se presentan no solo cuando se está frente al estímulo, igual cuando se piensa en este.
3. Daño en el día a día
Como se ha mencionado una persona con miedo responde a los estímulos solamente cuando está frente a ellos, es decir solamente una pequeña parte de un momento por lo que después las personas siguen con su rutina normal.
Al contrario de un caso con fobia que esta busca las múltiples maneras de no toparse con la persona, cosa o situación afectando de esta forma su rutina diaria, por ejemplo, dejando de ir a algún lugar, no conviviendo con ciertas personas dando como resultado el deterioro de la integridad de su persona.
4. Recuerdos
Tener fobia o miedo afecta de distintas maneras la memoria de la persona.
Alguien que tiene miedo puede recordar la situación que vivió como en realidad fue, es decir sin alteraciones, no obstante alguien con fobia bloquea o anula la experiencia vivida.
5. Situaciones cotidianas
La diferencia entre la fobia o miedo radica en las probabilidades de que alguna situación ocurra, una situación que cause miedo es muy común entre la mayoría de las personas pero tiene pocas probabilidades de que ocurra.
Contrario a las fobias que pueden estar presente en todos lados, como las arañas, las cucarachas, andar en auto que a pesar de que la mayoría lo ve como inofensivo y cotidiano, para muchos es el terror diario.
¿Cómo tratar las fobias?
Una de las herramientas más utilizadas por los psicólogos es la terapia cognitivo-conductual donde se enfoca en la redirección de la parte objetiva y material del problema.
Así cómo en la parte subjetiva que corresponde a las emociones que provoca dicho problema, para que se realicen reestructuraciones de los pensamientos.
Se enseña a cambiar la manera de pensar de las personas dejando de lado los pensamientos que estorben y junto con el paciente cambiando la manera en que ven la realidad, la segunda parte consta de plantearse metas de comportamiento para comenzar a medir los progresas.
Esta técnica ayuda a disipar significativamente muchos de los síntomas que provoca una fobia, no obstante existen muchos más caminos que se pueden tomar, dependiendo del paciente
Conclusión
Cómo has visto a lo largo de este contenido, las fobias si no son tratadas pueden llegar a afectarnos en diferentes ámbitos de nuestra vida por lo que te invitamos a acudir con un profesional pues este tendrá la mejor opción para ti.
